Claves para que la puerta de tu casa luzca genial
Es inevitable no mirar la puerta de una casa. Mientras esperamos a que alguien acuda a ella para abrirla, tenemos el tiempo necesario para ver la calidad, el acabado y el color. Y es a partir de este momento, en el que podemos imaginar el interior de la casa.
La puerta principal es por tanto, el reflejo de lo que hay detrás de ella. Por eso, te damos algunos consejos para que tu puerta se integre a la decoración de tu casa.
Lo primero que hay que destacar es el tamaño. Aquí es por donde va entrar cada uno de los elementos de la decoración del hogar. La medida ideal es de 1.90 – 2.10 metros de altura, 70 – 80 cm de ancho y 3.5 – 4 cm de grosor. De esta manera se conseguirá el tamaño adecuado para evitar problemas al introducir muebles grandes.
La calidad del armazón es otro aspecto fundamental. Para esto, hay tres tipos de puertas para determinar la calidad: macizas, enchapadas o de tablero.
Las puertas macizas son las más apropiadas para aislar el ruido y se les puede aplicar tintes, barnices o lacas. Sin embargo, con el tiempo éstas se pueden agrietar o deformar.
Las puertas enchapadas son similares a las macizas puesto que se chapean con una madera de calidad, pero a un precio mucho más bajo. A este tipo de puertas, también se les pueden aplicar diferentes acabados.
Por último, las puertas de tablero tienen dos finas chapas unidas a una estructura inferior constituida por un fino bastidor rectangular y una rejilla de cartón o de tablas de madera. Éstas son lisas, huecas, livianas y por lo mismo, frágiles.
Otro rasgo que también se debe de tener presente, es la forma en la que se abre la puerta. Su disposición hará que la distribución del espacio mejore. Es decir, se debe de cuidar que no obstruya el paso o que no esté muy próxima a un mueble.
Finalmente debes recordar que la puerta principal será la primera impresión de tu hogar. Si es llamativa, sin duda tus invitados van a querer descubrir lo que hay detrás de ella.
Por Raquel Ruíz